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Por Dra. Andrea Martínez Luna
Un neurocirujano es un médico especializado en el diagnóstico y tratamiento de trastornos del sistema nervioso, que incluye el cerebro, la médula espinal y los nervios periféricos. Aunque muchos asocian la neurocirugía solo con intervenciones quirúrgicas complejas en el cerebro, los neurocirujanos también tratan una variedad de problemas que pueden requerir o no intervención quirúrgica.
La consulta con un neurocirujano es esencial cuando se sospechan o se presentan problemas neurológicos que pueden estar afectando el funcionamiento del cerebro, la columna vertebral o los nervios, con el objetivo de prevenir complicaciones graves.
Hay diversas razones por las cuales una persona podría necesitar acudir a un neurocirujano. A continuación, se presentan algunas de las principales causas que indican la necesidad de evaluación neuroquirúrgica.
El dolor crónico de espalda o cuello que persiste durante más de tres meses y no mejora con tratamientos conservadores como fisioterapia o medicamentos, puede ser señal de un problema en la columna vertebral. El dolor puede estar relacionado con problemas en los discos intervertebrales, hernias discales, estenosis espinal o nervios comprimidos. Un neurocirujano puede evaluar y determinar si una intervención quirúrgica es necesaria para aliviar el dolor y restaurar la movilidad.
Las hernias discales son una causa común de dolor lumbar o cervical y pueden requerir cirugía cuando los tratamientos conservadores no logran aliviar los síntomas. Cuando un disco intervertebral se desplaza y presiona los nervios circundantes, puede causar dolor severo, entumecimiento, debilidad muscular o problemas de movilidad. Un neurocirujano puede intervenir para retirar o reparar el disco afectado.
Un traumatismo craneoencefálico (TCE) es una lesión en el cerebro causada por un golpe fuerte en la cabeza. Las lesiones cerebrales pueden ser graves y, en algunos casos, requieren la intervención de un neurocirujano. Si hay hemorragias internas, fracturas de cráneo o hinchazón cerebral, la intervención quirúrgica puede ser necesaria para prevenir daños permanentes o la muerte.
Los tumores cerebrales y los tumores de la médula espinal son una de las causas más comunes para acudir a un neurocirujano. Estos pueden ser tanto benignos como malignos y pueden afectar gravemente las funciones neurológicas. La neurocirugía puede ser necesaria para extirpar el tumor y aliviar la presión en el cerebro o la médula espinal, mejorando así los síntomas y prolongando la vida del paciente.
La hidrocefalia es una condición en la que se acumula exceso de líquido cefalorraquídeo en el cerebro, lo que provoca un aumento de presión en el cráneo. Si no se trata, puede causar daño cerebral. Un neurocirujano puede insertar una derivación (shunt) para drenar el exceso de líquido y aliviar la presión en el cerebro.
Un aneurisma cerebral ocurre cuando un vaso sanguíneo en el cerebro se debilita y forma una protuberancia. Si un aneurisma se rompe, puede provocar una hemorragia cerebral que pone en peligro la vida. Los neurocirujanos intervienen para reparar el aneurisma mediante cirugía abierta o técnicas menos invasivas, como la colocación de stents o coils para prevenir su ruptura.
Las malformaciones arteriovenosas (MAV) son conexiones anormales entre arterias y venas en el cerebro o la médula espinal, que pueden causar hemorragias o convulsiones. Un neurocirujano puede extirpar estas malformaciones para prevenir complicaciones graves.
La epilepsia refractaria es una forma de epilepsia que no responde a los medicamentos. En algunos casos, los pacientes pueden beneficiarse de una intervención quirúrgica que elimine el foco epiléptico o implante un dispositivo de estimulación eléctrica para controlar las convulsiones. Los neurocirujanos evalúan a los pacientes para determinar si son candidatos para estos procedimientos.
Los nervios periféricos pueden verse dañados por lesiones o condiciones médicas, como el síndrome del túnel carpiano o la neuralgia del trigémino. Un neurocirujano puede realizar procedimientos para descomprimir o reparar los nervios, aliviando el dolor y restaurando la función.
Una consulta con un neurocirujano no siempre implica una cirugía inmediata. Los neurocirujanos evalúan al paciente con pruebas de imagen, como resonancias magnéticas (RM) o tomografías computarizadas (TC), y realizan un examen físico detallado. Solo después de una evaluación exhaustiva, se decidirá si el tratamiento quirúrgico es necesario o si se puede manejar la condición con otras terapias menos invasivas.
Las opciones de tratamiento que puede ofrecer un neurocirujano varían desde procedimientos mínimamente invasivos hasta cirugías complejas. Algunas de las técnicas más comunes incluyen:
El diagnóstico temprano es clave para tratar problemas neurológicos antes de que se conviertan en afecciones graves. Si experimentas alguno de los síntomas mencionados, como dolor crónico, convulsiones, o pérdida de la movilidad, es fundamental consultar a un neurocirujano. Las intervenciones a tiempo pueden prevenir complicaciones, mejorar la calidad de vida y, en algunos casos, salvar la vida del paciente.
Acudir a un neurocirujano es esencial cuando se presentan problemas graves del sistema nervioso. En NeurointegraMX, bajo la dirección de la Dra. Andrea Martínez Luna, estamos comprometidos a ofrecer una atención integral y personalizada para evaluar, diagnosticar y tratar una amplia variedad de trastornos neurológicos.
Si tienes síntomas o sospechas de alguna condición neurológica, no dudes en contactarnos en NeurointegraMX para programar una consulta.