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Todo sobre la Hidrocefalia

Te lo expicamos en profundidad

Definición

¿Qué es la Hidrocefalia?

La hidrocefalia es una condición neurológica que se caracteriza por una acumulación anormal de líquido cefalorraquídeo (LCR) dentro de las cavidades (ventrículos) del cerebro. El LCR es un líquido claro que rodea el cerebro y la médula espinal, desempeñando funciones vitales como la protección contra traumatismos, el transporte de nutrientes y la eliminación de desechos. En condiciones normales, el LCR se produce continuamente, circula por los ventrículos y los espacios subaracnoideos, y luego se absorbe en el torrente sanguíneo. Cuando este equilibrio se interrumpe, el LCR se acumula, ejerciendo presión sobre el delicado tejido cerebral. Esta presión puede dañar el cerebro y causar una variedad de síntomas y complicaciones, que varían según la edad del paciente y la gravedad de la condición.

Tipos y Síntomas de la Hidrocefalia

Tipos de Hidrocefalia

Presente al nacer. Puede ser causada por factores genéticos, infecciones intrauterinas (como toxoplasmosis o rubéola), o malformaciones del sistema nervioso central, como la estenosis del acueducto de Silvio o la malformación de Arnold-Chiari.

Se desarrolla después del nacimiento. Las causas pueden incluir hemorragias cerebrales (por traumatismos, accidentes cerebrovasculares o aneurismas), infecciones (meningitis, encefalitis), tumores cerebrales que obstruyen el flujo del LCR, o lesiones craneales.

En este tipo, el flujo del LCR está bloqueado después de salir de los ventrículos, generalmente en los espacios subaracnoideos. Esto se debe a una alteración en la reabsorción del líquido. Las causas pueden ser hemorragias subaracnoideas, meningitis o aracnoiditis.

El flujo del LCR está bloqueado dentro del sistema ventricular, impidiendo que llegue a los espacios subaracnoideos. La causa más común es la estenosis del acueducto de Silvio.

Afecta principalmente a adultos mayores. Se caracteriza por una tríada de síntomas: dificultad para caminar (apraxia de la marcha), incontinencia urinaria y deterioro cognitivo (demencia). A pesar de la dilatación ventricular, la presión del LCR puede ser normal o solo ligeramente elevada.

Síntomas de la Hidrocefalia

Los síntomas varían considerablemente según la edad:

 

  • Aumento rápido del perímetro cefálico.
  • Fontanela (mollera) abultada o tensa.
  • Venas del cuero cabelludo prominentes.
  • Ojos con la mirada hacia abajo («ojos en sol naciente»).
  • Irritabilidad, llanto agudo.
  • Vómitos frecuentes.
  • Somnolencia excesiva (letargo).
  • Dificultad para alimentarse.
  • Retraso en el desarrollo psicomotor.
  • Convulsiones.
  • Dolores de cabeza persistentes.
  • Problemas de visión (visión borrosa, visión doble).
  • Náuseas y vómitos.
  • Problemas de equilibrio y coordinación.
  • Dificultad para caminar.
  • Fatiga.
  • Cambios en la personalidad o el comportamiento.
  • Dificultad en el aprendizaje o el rendimiento escolar.
  • Incontinencia urinaria.
  • Dolores de cabeza.
  • Letargo.
  • Pérdida de memoria.
  • Dificultad para concentrarse.
  • Pérdida de coordinación y equilibrio.
  • Incontinencia urinaria.

Causas y Diagnóstico de la Hidrocefalia

Causas

La hidrocefalia es causada por un desequilibrio entre la cantidad de líquido cefalorraquídeo (LCR) que se produce y la cantidad que se absorbe en el torrente sanguíneo. Este desequilibrio puede ocurrir por las siguientes razones:

Esta es la causa más común. Ocurre cuando el flujo del LCR se bloquea en algún punto de los ventrículos o en los conductos que los conectan. Las obstrucciones pueden ser causadas por:

  1. Estenosis del acueducto de Silvio (estrechamiento del conducto que conecta el tercer y cuarto ventrículo).
  2. Malformaciones congénitas, como la malformación de Arnold-Chiari.
  3. Tumores cerebrales.
  4. Infecciones, como meningitis o encefalitis.
  5. Hemorragias cerebrales.

Ocurre cuando los mecanismos que normalmente reabsorben el LCR en el torrente sanguíneo no funcionan correctamente. Esto puede ser causado por:

  1. Inflamación de las meninges (meningitis).
  2. Hemorragias subaracnoideas.
  3. Complicaciones de cirugías cerebrales.

En raras ocasiones, la hidrocefalia puede ser causada por una producción excesiva de LCR.

 

Diagnóstico de la Hidrocefalia

El diagnóstico se basa en:

Evaluación de los reflejos, la fuerza muscular, la coordinación, la marcha, el estado mental y otras funciones neurológicas.

Las pruebas de imagen son esenciales para confirmar el diagnóstico y determinar la causa de la hidrocefalia. Las más comunes son:

  • Tomografía Computarizada (TC) craneal: Proporciona imágenes detalladas del cerebro y los ventrículos, mostrando si están dilatados. Es una prueba rápida y ampliamente disponible.
  • Resonancia Magnética (RM) craneal: Ofrece imágenes aún más detalladas que la TC, permitiendo evaluar el flujo del LCR y detectar anomalías estructurales o tumores que puedan estar causando la obstrucción.
  • Ecografía transfontanelar: Se utiliza en bebés con la fontanela abierta. Es una técnica no invasiva que permite visualizar los ventrículos a través de la fontanela.

En algunos casos, pueden ser necesarias otras pruebas, como:

  • Punción lumbar: Se extrae una pequeña cantidad de LCR para analizarlo y medir la presión.
  • Monitorización de la presión intracraneal (PIC): Se coloca un pequeño dispositivo para medir la presión dentro del cráneo.

Tratamiento de la Hidrocefalia

El objetivo del tratamiento es reducir la presión intracraneal y restaurar el flujo normal del LCR. Las opciones de tratamiento incluyen:

  1. Derivación Ventriculoperitoneal (DVP): Es el tratamiento más común. Consiste en la implantación quirúrgica de un sistema de derivación.
  2. Ventriculostomía Endoscópica del Tercer Ventrículo (VET): Es un procedimiento mínimamente invasivo.

Complicaciones de la Hidrocefalia no tratada

Si no se trata, la hidrocefalia puede causar daño cerebral permanente, que puede resultar en:

  • Retraso mental.
  • Problemas de desarrollo.
  • Discapacidades físicas.
  • Ceguera.
  • Convulsiones.
  • Incluso la muerte.

En NeurointegraMX contamos con un equipo de neurocirujanos altamente capacitados y con amplia experiencia en el diagnóstico y tratamiento de la hidrocefalia en pacientes de todas las edades. Ofrecemos una atención integral y personalizada, utilizando las técnicas quirúrgicas más avanzadas y un enfoque multidisciplinario para asegurar el mejor resultado posible para cada paciente. Nos enfocamos en el bienestar del paciente y su familia, ofreciendo apoyo y seguimiento continuo durante todo el proceso.

 

Seguimiento a largo plazo

 

Después del tratamiento, es fundamental un seguimiento médico regular para monitorizar el funcionamiento del sistema de derivación (en caso de DVP) o la permeabilidad de la ventriculostomía (en caso de VET) y detectar posibles complicaciones.

Preguntas Frecuentes (FAQ)

La hidrocefalia es una acumulación anormal de líquido cefalorraquídeo (LCR) dentro del cerebro. El LCR es un líquido claro que rodea el cerebro y la médula espinal, protegiéndolos y nutriéndolos. Normalmente, el LCR se produce, circula y se reabsorbe continuamente. Cuando este proceso se interrumpe, el LCR se acumula, lo que aumenta la presión dentro del cráneo y puede dañar el tejido cerebral.

Existen varias causas:

  • Obstrucción: Un bloqueo en los conductos que permiten la circulación del LCR. Esta es la causa más común.
  • Mala absorción: Problemas con la capacidad de los vasos sanguíneos para reabsorber el LCR.
  • Producción excesiva: Aunque es menos frecuente, el cuerpo puede producir más LCR del que puede reabsorber.

La hidrocefalia puede ser:

  • Congénita: Presente al nacer, a menudo debido a problemas durante el desarrollo fetal, como malformaciones del sistema nervioso central o infecciones intrauterinas.
  • Adquirida: Se desarrolla después del nacimiento, debido a lesiones cerebrales, infecciones (meningitis, encefalitis), hemorragias, tumores o complicaciones de cirugías.

Los síntomas varían según la edad:

  • Bebés: Aumento rápido del tamaño de la cabeza, fontanela (mollera) abultada, venas del cuero cabelludo prominentes, ojos con la mirada fija hacia abajo («ojos en sol naciente»), irritabilidad, llanto agudo, vómitos, somnolencia, dificultad para alimentarse, retraso en el desarrollo y convulsiones.
  • Niños mayores y adolescentes: Dolores de cabeza, problemas de visión (visión borrosa o doble), náuseas, vómitos, problemas de equilibrio y coordinación, dificultad para caminar, fatiga, cambios de personalidad o comportamiento, dificultad en el aprendizaje e incontinencia urinaria.
  • Adultos: Dolores de cabeza, letargo, pérdida de memoria, dificultad para concentrarse, pérdida de coordinación y equilibrio, incontinencia urinaria. En adultos mayores, la hidrocefalia de presión normal (HPN) puede presentar una tríada de síntomas: dificultad para caminar (apraxia de la marcha), incontinencia urinaria y demencia.

El diagnóstico se basa en:

  • Historia clínica y examen físico: El médico revisará los síntomas y realizará un examen neurológico.
  • Estudios de imagen:
    • Tomografía Computarizada (TC): Muestra imágenes detalladas del cerebro y los ventrículos.
    • Resonancia Magnética (RM): Proporciona imágenes más detalladas que la TC y puede evaluar el flujo del LCR.
    • Ecografía transfontanelar: Se utiliza en bebés con la fontanela abierta.

El tratamiento principal es quirúrgico:

  • Derivación ventriculoperitoneal (DVP): Se inserta un sistema de derivación (un tubo con una válvula) para drenar el exceso de LCR desde el cerebro hasta otra parte del cuerpo, generalmente el abdomen, donde se absorbe.
  • Ventriculostomía endoscópica del tercer ventrículo (VET): Un procedimiento mínimamente invasivo en el que se crea una pequeña abertura en el tercer ventrículo para permitir que el LCR fluya normalmente.

La hidrocefalia no tratada puede causar daño cerebral permanente, que puede resultar en:

  • Retraso en el desarrollo.
  • Discapacidades físicas.
  • Problemas cognitivos (dificultades de aprendizaje, problemas de memoria).
  • Problemas de visión.
  • Convulsiones.
  • En casos graves, incluso la muerte.

Si bien algunos casos de hidrocefalia congénita pueden estar asociados con factores genéticos, la mayoría de los casos no son hereditarios.

No siempre se puede prevenir, especialmente la hidrocefalia congénita. Sin embargo, un cuidado prenatal adecuado puede ayudar a prevenir algunas causas, como las infecciones intrauterinas. La prevención de traumatismos craneoencefálicos también es importante para prevenir la hidrocefalia adquirida.

El pronóstico depende de la causa, la gravedad, la edad del paciente al momento del diagnóstico y la rapidez con la que se inicia el tratamiento. Con un tratamiento oportuno, muchas personas con hidrocefalia pueden llevar una vida relativamente normal. El seguimiento médico a largo plazo es fundamental para monitorizar el funcionamiento del sistema de derivación (en caso de DVP) y prevenir complicaciones.

Es fundamental consultar con un médico o un profesional de la salud para obtener información específica y un diagnóstico adecuado. También puedes consultar fuentes confiables como:

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